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Paradigmas y los cambios de época

Evolución de la conciencia humana

La historia de la humanidad es la historia del proceso de encadenar los diversos escenarios con ayuda de paradigmas, donde el ser humano con su actuación logró pulir habilidades y destrezas que fueran elevando, madurando cada centro (instintivo, emocional, sicológico e intelectual) y así en conjunto como humano él fue adquiriendo progresivamente un mayor grado de madurez.

Este proceso, que duró centurias, en esencia puede afirmarse es el “proceso evolutivo de la personalidad”. Único espacio en el cual el ser humano evoluciona hacia el estadio de madurez, al integrar los tres centros, para entrar en la onda visible y más consciente del centro de conciencia. Ahora, el centro de conciencia ocupará en la nueva época el espacio-tiempo, así como en otra hora los demás centros lo hicieron, pues hasta donde va la evolución global humana ya se logró la formación y madurez del centro intelectual.

Los cuatro cambios de época

La evolución humana (y con ella sus niveles de conciencia individual y colectiva) es la que ha inducido los cambios y la tipología de los paradigmas que se erigieron como sostén de las sociedades. Por ello es posible establecer a grandes rasgos cuatro períodos paradigmáticos que corresponden a los cambios de época de la evolución de la conciencia en la forma humana como se ilustra en el siguiente cuadro.

Paradigmas y cambios de época

El no cambio

Antes del primer cambio de época, se requirió un período de acomodamiento que permitió el paso de humanoide a humano logrando su adaptación al medio, fortalecimiento el centro del instinto. Ya para el primer cambio de época donde se dio el desarrollo de diversas habilidades y actividades del ser humano permitió el relacionamiento social, fortaleciendo el centro sicológico-emocional.

Este período fue impulsado por el establecimiento de las primeras organizaciones estratificadas (Mesopotamia, Egipto, India, China) cuyo paradigma esencial correspondiente fue pensar en el no cambio: todo presente se mantiene en el futuro. Por ello sus habitantes no tenían expectativa acerca del futuro que hoy vive la humanidad.

Lo observable

El segundo cambio de época se origina por el descubrimiento y comprensión de las leyes de la naturaleza como resultado del aumento de la conciencia adquirido en miles de años de aprendizaje acerca de las inequidades, abusos, etc, que el paradigma vigente generó sobre las capas sociales más desprotegidas. Lo cual cambió el sentido estricto de obediencia por la observación de verdades verificables: la verdad está en lo que se ve.

Este cambio permitió lograr en solo 3 o 4 siglos avances tan significativos a los que sucedieron los más trascendentales hallazgos en todos los campos: la era científica, la era industrial,… permitiendo el fortalecimiento del centro intelectual, desarrollando el criterio.

Todo es energía

El tercer cambio de época -que inició a mediados del siglo XX- se origina en el conocimiento consciente de las leyes universales que rigen todo cuanto existe en el universo como resultado de la mayor conciencia adquirida generada por el gran vacío que provocó la filosofía individualista, al producir una desconexión del ser humano con su esencia espiritual. Situación que ha generado atrocidades que aun hoy se evidencian en todos los frentes en nombre del individualismo (disfrazado de libertad) y la avaricia (escondido en el sano propósito en la vida de tener ambiciones del crecimiento y progreso).

Dicha conciencia permite cambiar la verdad basada en lo observable en considerar que todo es energía manifestada en distintas formas de condensación, la cual no se destruye solo se transforma. Este cambio permitirá llevar a la desmaterialización de todo lo externo permitiendo al ser humano conectar con el centro de conciencia, manifestando todas sus capacidades y entrando a relacionarse con seres más evolucionados de Mundos Unidos.

Nuevos paradigmas para una nueva época

El proceso evolutivo de la personalidad ha llegado a su fin y se hace necesario descorrer el velo para que la conciencia empiece su proceso en forma más concreta, proveyendo la información necesaria para avanzar en la siguiente etapa y propiciar las condiciones externas que desboronen las estructuras paradigmáticas que sostienen el Centro Intelectual y toda la ética humana que le ha dado ideología a ese actuar.

Este desmoronamiento no es otra cosa que el proceso que sigue la formación de los nuevos paradigmas: generar el caos para permitir la construcción de los nuevos paradigmas y las estructuras sociales correspondientes al nuevo nivel evolutivo.

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