Desintoxicando el término caos del sufrimiento
El sufrimiento no se requiere a pesar de que el camino de evolución es visible en el proceso continuo de CAOS-ARMONIA que, a diario en cada situación de la vida, experimenta el ser humano. No significan en realidad términos antagónicos sino complementarios en el actual grado de conciencia, pues el caos como proceso de transformación es un paso previo y necesario para entrar a construir la armonía, el orden. Esto, en adelante mientras sigamos en el camino de la evolución, conservará esta dinámica y su naturaleza en forma semejante, lo que cambiará será la forma en que asumimos la transformación: de tomarla como sufrimiento hacia una que sea gozando.
La armonía precisa de un nivel de sabiduría superior al que se tenía en el estado de caos y al lograrla entra de inmediato a iniciar un nuevo proceso de caos-armonía de mayor nivel de conciencia y así se irá ascendiendo en la escala de comprensión. Es importante desintoxicar el término caos, pues éste no puede asociarse indefinidamente al tema de la violencia, porque esta última ha sido un instrumento específico de enseñanza en las etapas evolutivas anteriores, pero no seguirá ocurriendo hacia adelante en la Nueva Época, mientras que sí se mantendrá el proceso “Caos – Armonía” que refleja orden natural.
Desvinculando la espiritualidad con el sufrimiento
Cuando se entra a un nuevo punto de armonía significa un avance en el camino de vida personal. Vale decir, significa que sincronizadamente se está como humano asumiendo y actuando en pos de la misión y destino que se tiene, pues si lo observas el sufrimiento se produce por la no-aceptación de las vivencias que tienes que asumir como aprendizaje, situaciones del cotidiano vivir que no siempre, rara vez, están armonizadas con los deseos.
Este último término trae o aporta una nueva salida de acercamiento al orden y ello es trascender el deseo, no significa reprimirlo, sino comprenderlo dentro del contexto global de vida y de esa manera al interiorizar la real naturaleza humana se irá trascendiendo cada deseo en la misma medida en que avance la evolución de la conciencia.
Los elementos liberadores de los paradigmas -muletas, bastones, etc, etc- están en el interior de cada ser humano, solo que su visualización, su pericia y capacidad para ir haciendo la sustitución requiere de un continuo entrenamiento que, en primera instancia, te permita a ti mismo liberarte del sufrimiento usado en el pasado y aún presente de la historia de la humanidad como el instrumento por excelencia del aprendizaje que permitió alcanzar una mayor madurez espiritual. Solo que en tu ignorancia asocias el alcance de este estado con la previa obtención de la maestría en sufrimiento, piensas que lo espiritual está indefectiblemente ligado al sufrimiento.
Los elementos liberadores del sufrimiento
La buena nueva es que así no es necesariamente, hay otro camino, puedes alcanzar la espiritualidad gozando, viviendo feliz cada situación que afrontas si siempre en cada una observas la oportunidad de pulir aún más tu diamante interno y te adentras en la comprensión de las leyes que generan valiosas herramientas para desenvolverse en el mundo, en el particular mundo de cada ser humano, con pericia, alegría y mucho éxito.
El conocimiento de las leyes y la mayor conciencia que adquieres, son los elementos que nos liberan -a nivel de cada ser humano- del sufrimiento. Es preciso previamente desapegar tus instintos, emociones y sentimientos del sufrimiento al que como humanos te has acostumbrado. Es el gran despertar de tu conciencia vivir gozando a plenitud y considerando como guía de tu cotidiano actuar al Dios que hay en tu interior, que es parte y es el todo universal, la gran energía de Dios que está en todas partes.
Asumiendo el destino por encima del caos
Ahora estáis preparados para cambiar el paradigma del sufrimiento por el paradigma del gozo, pues es en este nuevo estado, mucho más cercanos a tu misión, que alcanzaras la energía creadora suficiente para que empoderado de tu ser puedas asumir tu destino, entendiendo éste como las lecciones aún por aprender y aquél como las habilidades que te facilitarán el aprendizaje. El mundo -la vida- es transparente, sencillo, solo el apego a paradigmas (entre ellos los conceptos, las creencias) te muestran una película terrorífica de un mundo, una vida, un futuro oscuro y caótico que solo conduce a la destrucción.
Si te elevas por encima del caos y ves ese bello horizonte, al cual solo llegaras por tus propios pies -es decir elevando tu conciencia y traspasando el caos (que debe ser transitado, aprendido y desapegado de tu vida) te darás cuenta que como creadores divinos que eres -al recibir el soplo que te dotó de tal cualidad del Padre Universal- puedes transformar el caos en un hermoso mañana, en un placentero horizonte pleno de gozo, de realizaciones enriquecedoras y propicio para que construyas ahí vuestro paraíso terrenal, pues es aquí solo en la tierra (por ello lo de terrenal) donde lo puedes construir a partir del caos, que estas ahora como una repetidora película viendo y por ello la creencia de que es perenne e indestructible.